En una rara aparición conjunta en Londres, William Burns, director de la CIA, y Richard Moore, jefe del MI6, han alertado sobre el aumento de cooperación militar entre Irán y Rusia, tras el envío de misiles balísticos de corto alcance de Teherán a Moscú para la guerra en Ucrania. Burns ha señalado una «dramática escalada» en el apoyo iraní y ha advertido sobre la creciente colaboración en defensa que involucra a Rusia, China, Irán y Corea del Norte, lo que amenaza tanto a Ucrania como a los aliados occidentales. Denunciaron también la campaña de sabotaje de los servicios de inteligencia rusos en Europa, indicando una posible desesperación por parte del Kremlin. Mientras tanto, Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania, busca la aprobación para utilizar misiles occidentales en territorio ruso. La Casa Blanca ha desclasificado pruebas de envíos de municiones y misiles de Corea del Norte a Rusia, así como drones de ataque suministrados por Irán. Aunque China no ha entregado armamento a Rusia, ha incrementado las ventas de tecnología utilizada en la fabricación de equipamiento militar.
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