Claudia Cardinale, icónica figura del cine europeo, ha fallecido, dejando un legado imborrable en la historia del séptimo arte. Conocida como «la novia de Italia», su impresionante carrera la llevó a brillar en clásicos como 8½ de Federico Fellini y El Gatopardo de Luchino Visconti. Su talento y magnetismo natural la convirtieron en un símbolo del glamour y la fuerza de las divas italianas que llegaron a conquistar Hollywood, enriqueciendo el panorama del cine de posguerra con su presencia carismática.
A lo largo de su vida, Cardinale mantuvo una postura auténtica y discreta, lejos de las imposiciones de la industria. Recordada por su anécdota divertida y algo trágica con Marlon Brando, la actriz nunca ocultó su arrepentimiento por haber rechazado al icónico actor durante un encuentro en 1967. Aunque se manifestó sobre el pasado con una mezcla de admiración y desapego, siempre subrayó que su verdadera aspiración era explorar el mundo, algo que logró gracias a su carrera. Su fallecimiento marca una gran pérdida para el cine, dejando a su paso un legado repleto de recuerdos, entre ellos esa memorable noche con Brando, que se convierte en un símbolo de su vida llena de decisiones y reflexiones.
Leer noticia completa en 20minutos.