En un tenso drama político que se desarrolló en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, los legisladores rechazaron la propuesta alternativa respaldada por Donald Trump para evitar el cierre del Gobierno, previsto para la medianoche del viernes. Este plan B, diseñado apresuradamente en menos de 24 horas por los republicanos, fracasó ante la oposición de algunos sectores dentro del propio partido y la mayoría demócrata. La propuesta, destinada a prorrogar la financiación gubernamental hasta marzo y suspender el techo de la deuda por dos años, era un intento de última hora tras el colapso de un acuerdo bipartidista motivado por la influencia de Elon Musk. Musk, junto con el presidente electo y su vicepresidente, J.D. Vance, jugaron un papel crucial en desmantelar el acuerdo inicial, considerado excesivamente concesivo hacia los demócratas por la facción más radical de los republicanos.
El nuevo proyecto legislativo, con sus drásticos recortes respecto al acuerdo original, excluía elementos significativos como la autorización de una ley de prevención de riesgos pandémicos y una medida para afrontar la crisis de opioides. A pesar de estos cambios, y de las recomendaciones de Trump de apoyar la propuesta, la iniciativa no logró los votos necesarios. Representantes como Chip Roy y Rich McCormick expresaron abiertamente su escepticismo hacia el proyecto, reflejando tensiones internas en el Partido Republicano. Por su parte, la Casa Blanca y los demócratas, que mantienen el control del Senado, desestimaron el acuerdo por considerarlo insuficiente y dirigido por intereses multimillonarios, lo que dejó al país al borde de un paralizamiento gubernamental.
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