Los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han logrado evitar in extremis el cierre del Gobierno federal mediante la aprobación de una nueva propuesta de financiación temporal. A tan solo seis horas del plazo último, un contundente apoyo de 366 votos a favor, contra 34 en contra y 29 abstenciones, ha dado el visto bueno a un acuerdo que otorga tres meses de financiación, crucial para evitar que el Gobierno federal quede sin la capacidad de cumplir con sus obligaciones financieras, como el pago de salarios públicos. La votación ha llegado después de que dos propuestas anteriores fueran rechazadas por la mayoría demócrata y varios republicanos de línea dura, que se opusieron a la inclusión de medidas como el aumento del techo de la deuda, un punto clave exigido por el presidente electo Donald Trump en su segundo acuerdo.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha sido el arquitecto detrás de los tres proyectos de ley y mantiene que este nuevo acuerdo, aunque es sólo un remedio temporal, es un paso estratégico hacia la planificación presupuestaria de 2025. El llamado plan C, que será enviado al Senado para su aprobación, ha evitado la compleja conversación sobre el techo de la deuda, lo cual lo hizo más aceptable para republicanos de línea dura y demócratas. La tensión había crecido con las demandas de Trump, que solicitaba que el cierre ocurriera bajo la presidencia de Biden en caso de que sus exigencias no fueran satisfechas. No obstante, el ambiente en el Congreso ha sido calificado de tenso y disfuncional por varios republicanos del Senado, enfadados con la falta de soluciones rápidas en la Cámara de Representantes. En medio de esta incertidumbre, la Administración democráta, encabezada por Joe Biden, ha mantenido su distancia, delegando la responsabilidad de resolver esta crisis sobre los republicanos, mientras se preparaban para los posibles efectos devastadores de un cierre en varias agencias federales.
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