En Gaza, la situación humanitaria se ha agravado tras un trágico incidente en los puntos de distribución de ayuda, donde al menos 31 personas murieron y alrededor de 200 resultaron heridas. El comisionado de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ha denunciado que los disparos matutinos han provocado numerosas víctimas entre la población civil que buscaba alimentos en Rafah. Aunque el ejército israelí ha negado su participación, acusando al grupo islamista Hamás de los ataques, los reportes de médicos internacionales sugieren lo contrario, pintando un panorama desolador en el enclave que vive una crisis de hambre desde hace meses.
Además, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha reportado un número abrumador de heridos en su hospital de campaña, destacando que es el incidente más grave desde su instalación. La GHF, respaldada por Israel y EE.UU., se ha visto en el centro de la controversia, negando los incidentes en sus puntos de reparto. Mientras tanto, Israel, que recientemente comenzó a permitir la entrada limitada de camiones con suministros, enfrenta acusaciones de obstaculizar la entrega de ayuda esencial. Con miles de gazatíes obligados a recorrer largas distancias para obtener alimentos, las tensiones continúan al alza, mientras las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y Hamás siguen estancadas, con un trasfondo de bombardeos y acusaciones mutuas.
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