En España, la presencia de mujeres en puestos directivos ha alcanzado su punto más alto en 2025, con un 16,9%, aunque esto no ha significado una mejora en sus salarios en comparación con sus contrapartes masculinas. Un informe de la escuela de negocios Eada, en colaboración con el grupo Icsa, revela que la brecha salarial entre hombres y mujeres en posiciones de liderazgo ha aumentado nuevamente a un 12,9%, retrocediendo a niveles de hace tres años. Este fenómeno pone de manifiesto un cambio de tendencia, después de varios años de disminución en la desigualdad salarial. A pesar de una muestra sustancial de 80,000 datos salariales actualizados, el estudio resalta que el incremento en la diferencia puede deberse a una percepción de «misión cumplida» por parte de las empresas, al ya haber incrementado notablemente la presencia femenina.
Expertos señalan que el problema de fondo reside en factores estructurales y culturales. El sacrificio de salario por flexibilidad, la baja remuneración en sectores con mayor presencia femenina, como recursos humanos o comunicación, y el énfasis en prácticas laborales como el presencialismo, perpetúan la disparidad. Aline Masuda y Ernesto Poveda, del grupo Icsa y Eada, respectivamente, destacan que, aunque hay un creciente número de mujeres en el ámbito empresarial, persisten expectativas sociales limitantes que las restringen a roles menos estratégicos o de menor poder. Ellos señalan la necesidad de una mayor transparencia salarial y de fomentar modelos de liderazgo más equitativos. A pesar de los retrocesos identificados, hay un optimismo moderado sobre el impacto positivo que tendría una mayor equidad de género y diversidad en la rentabilidad y productividad empresarial.
Leer noticia completa en El Pais.