La magistrada María Tardón ha decidido levantar una medida cautelar después de que la Fiscalía considerara que ya no es necesaria. Este movimiento judicial se produce en un contexto donde las partes involucradas han llegado a un acuerdo o han sido disipadas las preocupaciones que originalmente motivaron la imposición de dicha medida. La decisión de Tardón se alinea con el criterio del Ministerio Público, quien revisó el caso y determinó que las circunstancias han cambiado lo suficiente como para que no sea imprescindible mantener las restricciones anteriores.
El levantamiento de la medida cautelar marca un punto de inflexión en el proceso judicial, sugiriendo que el caso ha avanzado hacia una resolución más clara o que se ha reducido el riesgo que inicialmente motivó la intervención. La magistrada, respetando las garantías procesales y siguiendo el análisis del Ministerio Fiscal, ha procedido con la liberación de las restricciones, lo que representa un paso significativo en el desarrollo del caso. Con esta decisión, se posibilita una mayor flexibilidad para las partes afectadas mientras el proceso continúa su curso.
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