El organismo continental ha incluido el proceso independentista catalán en una lista de eventos políticos donde se presume la interferencia del Kremlin. Según informes recientes, se considera que este acontecimiento se suma a otros procesos políticos significativos como el Brexit en el Reino Unido y la primera victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Esta clasificación sugiere una posible estrategia de Rusia para desestabilizar y polarizar políticamente diversas regiones mediante el apoyo a movimientos que desafían el statu quo institucional de sus respectivos países.
El análisis sobre la interferencia del Kremlin en el procés independentista catalán llega en un momento en que las tensiones geopolíticas están en aumento. La inclusión de este intento de secesión en la lista apunta a un patrón de acciones rusas que buscarían sembrar discordia y debilitar las estructuras europeas y transatlánticas. Los expertos observan con preocupación cómo estos movimientos separatistas podrían haber sido utilizados como herramientas de influencia para Rusia, exacerbando las divisiones internas en los países occidentales y, en última instancia, afectando la estabilidad y cohesión de la Unión Europea y la comunidad internacional en general.
Leer noticia completa en El Mundo.