En el Ayuntamiento de Alcorcón se ha desatado una polémica en torno a las supuestas prácticas de «enchufismo» por parte de la administración socialista, encabezada por la alcaldesa Candelaria Testa. Entre los casos más destacados está la reciente contratación de Eli Fernández Benítez como directora general de Comunicación y Relaciones Institucionales, una figura vinculada estrechamente a Irispress Magazine, empresa encargada de gestionar el periódico y las redes sociales del consistorio. Fernández es pareja de Rafael García-Rico Fernández, exadministrador de Irispress y conocido por su cercanía al Partido Socialista, poniendo en evidencia una red de influencias dentro de las esferas del poder municipal. Desde 2020, Irispress ha recibido múltiples contratos del ayuntamiento, algunos de los cuales han suscitado cuestionamientos debido a la falta de transparencia y a presuntas irregularidades en el proceso de adjudicación.
La controversia no se limita a Alcorcón, ya que la empresa Irispress Magazine también ha estado en el ojo del huracán por recibir contratos jugosos de otros organismos vinculados al PSOE, como el Consejo Superior de Deportes y Segittur, sumando cifras significativas en poco tiempo. El Partido Popular, junto con otros partidos de oposición como Vox, exigen una revisión exhaustiva de los contratos otorgados, afirmando que existe una red de intereses que se beneficia de la conexión con el partido. No obstante, la actual alcaldesa defiende la legalidad de los procesos y rechaza las acusaciones de favoritismo, calificándolas de persecución política. A pesar de esto, la persistente presión ejercida por la oposición ha llevado a la discusión sobre la necesidad de abrir una comisión de investigación que aborde estas cuestiones, un movimiento que busca arrojar luz sobre las prácticas administrativas de un ayuntamiento que, según sus críticos, opera bajo la sombra del conflicto de intereses.
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