El Real Madrid inició su participación en el Mundial de Clubes con un empate que supo a poco y complicaciones de inicio, en lo que fue el debut de Xabi Alonso como entrenador. Raúl Asencio fue expulsado en el minuto seis, obligando al Madrid a jugar con un hombre menos casi todo el encuentro. A pesar del pronóstico sombrío, el equipo blanco logró imponer su dominio a través de un juego de control liderado por Güler, Bellingham, Ceballos y Modric, desarticulando al Pachuca, que no pudo aprovechar su ventaja numérica. A través de una circulación eficaz del balón y una impresionante capacidad para mantener el tempo, el Madrid mostró destellos de jerarquía, aunque no del todo alineados con la visión táctica de Alonso.
Con uno menos, la escuadra madrileña se adaptó ágilmente, destacando la actuación de Valverde en una posición más retrasada que ayudó a estabilizar la defensa. Gonzalo y Arda Güler fueron decisivos en las jugadas ofensivas que sentenciaron el partido. Bellingham abrió el marcador, seguido de goles de Güler y Valverde, quienes sellaron la victoria a pesar del gol del Pachuca conseguido tras un desafortunado rebote. La actuación del portero Courtois fue clave para mantener la ventaja, mostrando reflejos excepcionales. A medida que Alonso buscaba corregir el rumbo del equipo, el Madrid logró salir adelante en un partido que puso a prueba sus límites bajo la presión de jugar en inferioridad.
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