El ejército ucraniano, en su campaña en Kursk, Rusia, busca consolidar posiciones y debilitar la logística militar rusa, habiendo destruido dos puentes clave sobre el río Seim. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, urgió a sus aliados a acelerar el suministro de armas. Las fuerzas rusas, por su parte, intentan neutralizar a los grupos móviles ucranianos, utilizando aviación y artillería, aunque sin lograr frenar la incursión. Esta ofensiva evidencia el desorden en el mando militar ruso, según el consejero presidencial ucraniano Mijailo Podoliak. Mientras tanto, el presidente ruso, Vladímir Putin, se encuentra en Azerbaiyán para abordar temas bilaterales.
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