La economía mundial enfrenta un crecimiento lento debido a una serie de factores como la pandemia, la guerra en Ucrania y recientes disputas comerciales lideradas por Estados Unidos. Según Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, estas tensiones están alimentando la incertidumbre global, repercutiendo en la población que busca mejores oportunidades y aumentando la polarización política. Durante la Asamblea Anual del FMI en Washington, Georgieva destacó que las presiones inflacionarias y el acceso limitado a la vivienda están erosionando las rentas de los ciudadanos, exacerbando el descontento y el auge de movimientos políticos extremos.
El FMI ha subrayado tres prioridades para abordar estos desafíos: impulsar el crecimiento del sector privado, estabilizar el entorno macroeconómico y reducir los desequilibrios mundiales. Georgieva hizo hincapié en la necesidad de simplificar regulaciones para fomentar la innovación, al tiempo que instó a los países a reforzar sus economías internas, gestionar responsablemente sus finanzas y ajustar sus políticas fiscales de acuerdo a sus circunstancias. Las crecientes tensiones comerciales, especialmente entre EE.UU. y China, complican este panorama, sembrando más incertidumbre económica. Georgieva concluyó señalando que, aunque la incertidumbre es una constante, también trae consigo oportunidades para el cambio y la innovación.
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