En el Alto Tribunal, el imputado se sometió a una exhaustiva prueba caligráfica que se extendió por aproximadamente una hora. Este procedimiento forma parte de una investigación más amplia que busca esclarecer detalles relacionados con un caso de gran relevancia mediática. La prueba, supervisada por expertos en grafología, busca analizar aspectos detallados de la escritura del acusado que podrían proporcionar evidencia crucial para el avance del caso. El ambiente era tenso, con la presencia de representantes legales y miembros de seguridad velando por el correcto desarrollo de la actividad.
Este tipo de examen es utilizado frecuentemente en procesos judiciales donde se necesita verificar la autenticidad de documentos o la participación de un individuo en la creación de textos manuscritos. La duración de la prueba sugiere que se llevó a cabo un análisis minucioso sobre patrones y características únicas de la escritura del sospechoso, aspectos que podrían resultar decisivos para el veredicto. Aunque los resultados aún no son concluyentes, se espera que el análisis gráfico, junto con otras evidencias recopiladas, permita a las autoridades judiciales acercarse más a la verdad en un caso que ha captado la atención del público en general.
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