El senador demócrata por Maryland, Chris Van Hollen, ha visitado El Salvador para reunirse con Kilmar Ábrego, un salvadoreño deportado erróneamente bajo la administración de Donald Trump. Ábrego, quien había obtenido un estatus de protección temporal en Estados Unidos, fue vinculado falsamente a actividades pandilleras y deportado sin la posibilidad de comunicarse con su familia desde un centro de detención en Baltimore. Durante la reunión, que Van Hollen compartió en sus redes sociales, el senador expresó su frustración por las complicaciones encontradas para contactarse con Ábrego y denunció las restricciones que enfrentó a las afueras del Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha comentado irónicamente sobre la foto de Ábrego compartida por Van Hollen, cuestionando las críticas al CECOT y sosteniendo que Ábrego, ahora en mejores condiciones, debería permanecer bajo custodia salvadoreña. La situación de Ábrego ha revivido el debate sobre las deportaciones masivas realizadas durante el mandato de Trump y la legalidad de dichas acciones. A pesar de una orden inicial de repatriación emitida por una jueza federal, las autoridades estadounidenses y salvadoreñas, junto con Bukele, han mostrado reticencias para facilitar su regreso a Estados Unidos. Organizaciones de derechos civiles continúan cuestionando la falta de garantías legales en estos procedimientos de deportación.
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