El Gobierno de Ucrania ha denunciado que Rusia continúa con sus planes de expansión territorial a pesar de las iniciativas de paz. Pavló Palisa, vicejefe de gabinete ucraniano, reveló en una conferencia de prensa en Washington una inteligencia que indica que Moscú pretende ocupar completamente las regiones de Donetsk y Luhansk para finales de septiembre, así como avanzar en Jersón y establecer una «zona de amortiguamiento» en la frontera para finales de año. Palisa subrayó que el objetivo a largo plazo incluye restringir el acceso de Ucrania al Mar Negro, enfatizando que Rusia no está buscando paz, sino preparándose para la guerra.
En este contexto, una delegación ucraniana se reunió con funcionarios estadounidenses para pedir un aumento en el apoyo militar y la imposición de nuevas sanciones a Rusia. Encabezada por el jefe de la Oficina Presidencial, Andrí Yermak, la delegación destacó la efectividad de las sanciones actuales. Aunque la reciente ronda de negociaciones en Estambul no logró un acuerdo para un alto el fuego de 30 días, se acordó el intercambio de prisioneros heridos y se enfatizó la necesidad de la colaboración internacional, especialmente en la próxima cumbre del G7, para asegurar la defensa de Ucrania en el futuro.
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