El reconocido actor, apasionado del salvaje Oeste, ha compartido su deseo de haber vivido en esa era de la historia de Estados Unidos. Su fascinación por este periodo ha trascendido más allá de la simple admiración por las películas y series que lo retratan. Aunque a menudo se ha romantizado en el cine y la televisión, el actor enfatiza que se trataba de un tiempo más salvaje y peligroso del que generalmente se ha contado. Su devoción por esta época le ha llevado a invertir millones, reflejando una obsesión personal por un tiempo en que la vida era más ruda y la libertad, tangible aunque peligrosa.
Esta afición por el salvaje Oeste no solo es un interés superficial, sino que ha influido significativamente en sus decisiones personales y profesionales. Él considera que esta etapa histórica simboliza aspectos fundamentales de la cultura estadounidense que a menudo se pasan por alto. Pese a los riesgos y las duras condiciones de vida que caracterizaban esa época, el actor siente una profunda conexión con ella, apreciando la autenticidad y la aventura que representaba, incluso si eso implica enfrentarse a una versión menos idealizada de la historia.
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