El Unicaja Málaga ha inaugurado una nueva era en su historia al ganar la Copa del Rey de Baloncesto, demostrando un notable progreso bajo la dirección del técnico Ibon Navarro y el liderazgo en la cancha del base Kendrick Perry. Este jugador estadounidense, quien ha adoptado a Málaga como su hogar, fue fundamental en la victoria al registrar un inédito récord de 27 puntos y seis asistencias en la final. Perry, renovado hasta 2027, ha encontrado estabilidad y éxito en un equipo que ha conquistado cinco títulos en dos años, superando el total de su trayectoria anterior. El Unicaja, tras alzar su tercera Copa del Rey, iguala a Estudiantes en el quinto lugar histórico de ganadores, consolidando un proyecto que destaca por la continuidad de su plantilla, el liderazgo eficaz y el apoyo inquebrantable de su afición.
En la final, el Unicaja se enfrentó al Real Madrid, quien no pudo contener la arrolladora ofensiva del equipo malagueño. A pesar de una defensa sólida en partidos anteriores, el Madrid sucumbió ante el dinamismo y la intensidad del Unicaja, que puso en evidencia las debilidades de un equipo en proceso de renovación. Chus Mateo, técnico del Madrid, reconoció la merecida victoria del adversario, señalando las 17 pérdidas de balón y la falta de respuesta física de sus jugadores como factores críticos en la derrota. La caída del Madrid, que ya ha perdido 19 partidos esta temporada, refleja las dificultades de ajustar su plantilla, mientras el Unicaja continúa su ascenso y reafirma su posición como una fuerza competitiva en el baloncesto español.
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