La última película que narra la vida de una renombrada fotógrafa ha sido recibida con reacciones mixtas por parte de la crítica. Aunque la trama se centra en los aspectos más íntimos y artísticos de la protagonista, el resultado final ha sido descrito como un ejercicio cinematográfico ampuloso y pesado. La narrativa parece perderse en su intento por captar la esencia de la vida de la fotógrafa, presentando un ritmo que algunos consideran tedioso y que no logra enganchar al espectador. El guion intenta explorar las tensiones emocionales y profesionales de la protagonista, pero se ve sobrecargado por una producción excesiva que diluye el impacto emocional de la historia que busca contar.
A pesar de las críticas a la estructura y ejecución de la película, la actuación de la actriz principal ha sido destacada como uno de los puntos fuertes de la obra. Su actuación aporta una profundidad y autenticidad que ofrece a la audiencia un respiro entre el estilo cinematográfico denso y elaborado. La actriz logra, a través de su interpretación, transmitir las complejidades internas del personaje, brindando momentos de conexión genuina que contrastan con la atmósfera general del filme. Así, mientras que el enfoque narrativo y la dirección pueden no haber cumplido con todas las expectativas, el talento y la presencia de la protagonista se presentan como el principal atractivo para aquellos interesados en la amalgama entre cine y fotografía.
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