Karim Khan, fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), se ha apartado temporalmente de su cargo ante la apertura de una investigación externa por una presunta agresión sexual que habría cometido contra una exasistente. La denuncia fue interpuesta el año pasado, poco antes de que Khan solicitara la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su entonces ministro de Defensa. Aunque Khan niega categóricamente las acusaciones, ha anunciado su decisión a través de un correo electrónico enviado al tribunal, y durante su ausencia, los fiscales adjuntos gestionarán la Fiscalía. La situación se produce en un momento de tensión dentro del TPI, que se encuentra bajo investigación también por sus procedimientos internos.
Esta decisión añade presión a las ya tensas relaciones con naciones como Estados Unidos e Israel, las cuales rechazan la autoridad del TPI, especialmente tras sanciones impuestas por el expresidente Donald Trump en respuesta a investigaciones sobre presuntos crímenes de guerra en Gaza. Además, Khan, quien recientemente acudió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para denunciar la situación en Libia, enfrenta acusaciones de haber coaccionado a una asistente durante un año y de tocamientos indebidos. La presunta víctima optó por no formalizar la denuncia, lo que llevó a la Asamblea del TPI a solicitar la investigación externa para asegurar la integridad del proceso. Khan, de nacionalidad británica y experiencia como defensor y fiscal en la justicia internacional, fue elegido fiscal jefe del TPI en 2021 y ha desempeñado roles relevantes en la investigación de crímenes de guerra en Irak.
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