La ciudad prepara sus pinceles y lienzos para recibir una exposición singular que celebra el legado de Alejandro Fernández Sáez, mejor conocido como Kalifa. Desde el 30 de enero hasta el 2 de marzo, la Sala Maruja Mallo abrirá sus puertas para desvelar el universo profundamente personal de un creador cuya obra ha inspirado tanto a críticos como a historiadores del arte.
Con un horario accesible de lunes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00, el evento promete capturar la atención de todos los públicos, ofreciendo entrada libre hasta completar aforo. Esta oportunidad haría sentir privilegiados a quienes deseen explorar el peculiar mundo de Kalifa, donde los animales, la naturaleza y figuras como calaveras, esqueletos y máscaras cobran vida bajo su mano creativa.
Kalifa, artista inmerso en un constante diálogo con la enfermedad que lo acompañó hasta su fallecimiento, logra transmitir a través de cada obra la intensidad de sus emociones y su profundo amor por el entorno natural. Sus composiciones, cargadas de simbolismo y autenticidad, constituyen un reflejo genuino de su universo interior, caracterizado por una mirada única hacia la vida y la muerte.
La muestra no solo es un homenaje a su prolífica carrera, sino también un testimonio de la creciente admiración hacia su trabajo. Sus cuadros, más que meras obras de arte, son ventanas a un cosmos repleto de significados ocultos que invitan al espectador a perderse en su narrativa visual. La exposición en la Sala Maruja Mallo promete ser una experiencia inmersiva, una cita ineludible para los amantes del arte y para quienes buscan una conexión más profunda con la belleza que Kalifa encontró en lo terreno y lo etéreo.
Esta iniciativa no solo honra la memoria del artista, sino que también fomenta el diálogo cultural en la comunidad, haciendo accesible el arte a todas las personas, sin importar su procedencia o conocimientos previos sobre la pintura. La ciudad se prepara, una vez más, para rendir tributo a la creatividad y al espíritu humano en su forma más pura, a través de la expresión artística de uno de sus hijos más ilustres.