El ex presidente peruano Alejandro Toledo ha sido condenado a 20 años y seis meses de prisión por corrupción, convirtiéndose en el primer exjefe de Estado de Perú sentenciado en relación con la operación Lava Jato. El tribunal lo halló culpable de colusión y lavado de dinero en el caso Interoceánica Sur, un proyecto vial que conecta Perú con Brasil. Las acusaciones afirman que Toledo aceptó un soborno de 35 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht para favorecer a la empresa en la licitación de dos tramos de la carretera. La jueza Inés Roja Contreras, del Segundo Juzgado Penal Colegiado Nacional, dividió la condena en nueve años por colusión y once años y seis meses por lavado de activos. Desde su extradición de Estados Unidos, Toledo ha estado bajo arresto en el penal de Barbadillo, donde se adelanta su juicio.
Durante el proceso judicial, se presentaron más de mil pruebas documentales y se escucharon testimonios de cerca de 120 testigos en 175 audiencias. Aunque Toledo, de 78 años, ha mantenido su inocencia y solicitado cumplir su sentencia en casa debido a problemas de salud como cáncer y afecciones cardíacas, el tribunal ha destacado una serie de irregularidades y una intervención directa e indirecta del exmandatario en el otorgamiento del contrato a Odebrecht. El fallo subraya que Toledo, como máxima autoridad administrativa de Perú durante su mandato, debía haber actuado con neutralidad e imparcialidad, obligaciones que no cumplió según el tribunal, al facilitar y acelerar el proceso para beneficiar a Odebrecht y perjudicar los intereses del Estado peruano.
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