Un tribunal especial de París emitió un veredicto de condena para ocho personas implicadas en el asesinato del profesor Samuel Paty, aplicando penas que oscilan entre uno y 16 años de cárcel. Este caso, que data de octubre de 2020, conmocionó profundamente a la sociedad francesa, cuando el profesor fue brutalmente decapitado por un extremista islamista. Entre los condenados se encuentran los dos amigos del asesino, Abdulakh Anzorov, quien fue abatido por la policía el mismo día del atentado, así como un predicador integrista y el padre de una estudiante, responsables de divulgar una campaña de odio digital contra el docente. Las condenas impuestas superaron las solicitudes iniciales de la fiscalía, demostrando la gravedad con la que el tribunal trató los actos de complicidad y provocación al terrorismo.
En el juicio, los ocho acusados –siete hombres y una mujer– enfrentaron cargos por asistir al autor del crimen y por fomentar el odio a través de las redes sociales. Naïm Boudaoud y Azim Epsirkhanov, considerados cómplices directos en el asesinato, recibieron las penas más severas, al haber ayudado a Anzorov en la adquisición del arma y su traslado al lugar del crimen. Además, Abdelhakim Sefrioui y Brahim Chnina, quienes lideraron la campaña online contra Paty, fueron sentenciados a 15 y 13 años de prisión respectivamente. El caso subraya el impacto devastador que las informaciones falsas y el discurso de odio pueden tener, como quedó evidenciado en las acciones impulsadas por la hija de Chnina, quien había inventado motivos falsos para atacar a Paty. La decisión del tribunal fue vista como un triunfo de los valores republicanos de Francia, según expresó Thibault de Montbrial, abogado de la familia del profesor.
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