El Parlamento de Cataluña presenció un tenso debate en la primera sesión de control tras el reinicio del periodo de sesiones, poniendo de manifiesto las diferencias entre el Govern de Salvador Illa y el partido Junts. Las polémicas se centraron en la gestión de los medios públicos, particularmente TV3, acusada por Junts de «desnacionalizar» Cataluña según una estrategia del gobierno. Salvador Illa defendió la independencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), afirmando que los cambios forman parte de una transformación para mejorar la calidad y audiencia. A pesar de las críticas, Illa insistió en que los medios deben seguir prestando un servicio público con información veraz, sin interferencias políticas. También se abordó la problemática del servicio de Rodalies, un punto crítico que afecta a miles de usuarios diariamente, destacándose la necesidad de más coordinación y planificación por parte de Renfe y Adif.
En medio de las diferencias políticas, el futuro económico de Cataluña también se debate intensamente. A pesar de que el Govern no ha iniciado las negociaciones presupuestarias, el descontento por los problemas en el transporte ferroviario se suma a la complejidad del contexto económico. Además, Esquerra Republicana criticó el manejo de estos servicios, subrayando los significativos retrasos y alteraciones que afectan a un gran número de usuarios, y demandando una mejora inmediata en la gestión. Por otro lado, el Partido Popular ya ha advertido al presidente Illa sobre las consecuencias de no aprobar los presupuestos para 2026, insinuando la posible necesidad de dimisión. La consejera de Economía, Alicia Romero, aunque optimista sobre la posibilidad de mantener el gobierno sin nuevos presupuestos, destacó la importancia crítica de lograr un acuerdo fiscal para atender las necesidades del país.
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