Los líderes independentistas en Cataluña están explorando la posibilidad de convocar un nuevo referéndum hacia finales de junio, en un intento por reavivar el debate sobre la autodeterminación de la región. La solicitud surge en un contexto político complejo, marcado por la reciente aprobación de diversas medidas legislativas que buscan afianzar el diálogo entre el gobierno central y las autoridades catalanas. Sin embargo, la propuesta ya ha generado una serie de reacciones tanto a nivel local como nacional, reabriendo las heridas de un conflicto que lleva años dividiendo a la sociedad.
Diversos grupos políticos en la región se encuentran actualmente en discusiones internas para establecer una hoja de ruta que permita la realización de este referéndum. Por su parte, el gobierno central, aunque aún no ha emitido una respuesta oficial, ha señalado en repetidas ocasiones su compromiso con el marco constitucional, rechazando cualquier tentativa unilateral de independencia. Mientras tanto, sectores empresariales y sociales claman por estabilidad y reclaman soluciones consensuadas que eviten una nueva polarización, preocupados por las posibles repercusiones económicas y políticas que un nuevo referéndum pudiera acarrear.
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