El partido de Junts per Catalunya, liderado por Carles Puigdemont, ha lanzado críticas al PSOE, señalando que los socialistas actúan como «inquilinos del Estado» y poseen «complejos» al enfrentar cambios estructurales significativos. Estas declaraciones reflejan el creciente descontento de Junts con la postura del PSOE respecto a políticas que consideran fundamentales para los intereses catalanes. Los comentarios se enmarcan en un contexto político tenso, donde las negociaciones sobre la posible independencia de Cataluña y otras reformas políticas regionales siguen siendo puntos delicados en la agenda nacional.
En reacción, el PSOE ha defendido su posición, argumentando que operan desde un enfoque de estabilidad y consenso en lugar de actuar de manera precipitada. Sin embargo, desde Junts se insiste en que este enfoque es un obstáculo para avances más audaces. Este intercambio de declaraciones subraya la dificultad de mediar posturas entre los partidos nacionalistas y el gobierno central, complicando así la situación política en Cataluña y poniendo en evidencia las diferencias fundamentales en sus visiones sobre la estructura del Estado español.
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