El reciente consejo nacional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) marcó el regreso de Oriol Junqueras como líder, tras obtener el 52,2% de los votos en las primarias, frente al 42,2% de Xavier Godàs. El evento mostró la marcada división dentro del partido, reflejo de la polarización existente en Cataluña. En un contexto donde JxCat ha desplazado a ERC en protagonismo, especialmente notable en el ámbito autonómico y en Madrid, Junqueras lanzó un ultimátum sobre los Presupuestos de 2025, exigiendo que se cumplan los acuerdos pactados sobre la financiación singular. Acompañado por su número dos, Elisenda Alamany, Junqueras afirmó que no aceptarán nuevos acuerdos hasta que se materialicen los ya existentes, reivindicando así su postura frente al menguante electorado independentista.
Por otro lado, la estrategia de Salvador Illa, líder del PSC, ha sido esperar con cautela, dada su frágil mayoría parlamentaria. Aunque presidencia la Generalitat, su margen de maniobra es limitado, como se manifestó en la reciente reunión del Govern donde se discutió el traspaso de la gestión de la R1 de Rodalies, una reivindicación clave de ERC, anunciada por medios afines al PSC. Illa mantiene un perfil bajo, evitando entrar en confrontaciones, mientras sigue participando en actos oficiales junto al Rey, marcando un estilo contrastante con el activismo de Junqueras. La situación política en Cataluña sigue siendo un complejo tablero, donde las estrategias y alianzas se redefinen constantemente.
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