El Atlético de Madrid consiguió un valioso triunfo sobre el Athletic de Bilbao, situándose provisionalmente a la cabeza de la tabla de posiciones de LaLiga a la espera del resultado del Barcelona. El partido en el Wanda Metropolitano fue un duelo caracterizado por la seguridad defensiva y la intensidad en la contención por parte de ambos equipos. Aunque el Atlético mostró un mayor control en el desarrollo del juego, fue en el minuto 65 cuando se produjo la jugada determinante. Un inspirado Marcos Llorente encontró un resquicio en la defensa del Athletic y asistió a Julián Álvarez, quien definió con frialdad para darle la victoria a los rojiblancos, gracias a su primer toque como recién ingresado en el campo.
El equipo de Ernesto Valverde planteó un esquema sólido que por momentos puso en aprietos a los locales, especialmente con jugadas de ataque encabezadas por los hermanos Williams. A pesar de que el Athletic tuvo oportunidades para igualar el marcador, incluido un doble palo en el tramo final del partido, no lograron sobrepasar a un Atlético que supo resistir bajo la dirección de Diego Simeone. El técnico argentino apostó por solidez defensiva y ajustes estratégicos, incluyendo la introducción de José María Giménez como tercer central para cerrar espacios en la recta final, asegurando así una victoria fundamental que podría ser decisiva en la lucha por el título liguero.
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