El juicio que investiga la muerte de Diego Armando Maradona enfrenta una controversia judicial tras ser suspendido por siete días debido a una acusación contra la jueza Julieta Makintach. Está bajo escrutinio por haber permitido la grabación de un documental durante las sesiones del juicio. Makintach, parte del tribunal encargado de dictar sentencia, fue denunciada por las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna, junto a Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando. Alegan que pudo haber gestionado acuerdos con productoras audiovisuales sin el consentimiento de las partes involucradas, lo que podría comprometer la imparcialidad del proceso. En medio de la disputa, la jueza ha manifestado su disposición a apartarse si se comprueba alguna irregularidad que afecte su honor.
El juicio está dirigido contra cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo, todos acusados de homicidio simple por negligencia en los cuidados de Maradona, cuya atención fue calificada como deficiente por el fiscal Patricio Ferrari. Según las acusaciones, los profesionales no cumplieron con sus obligaciones y privaron al exfutbolista de la atención especializada necesaria, en un contexto donde no estaba en pleno uso de sus facultades mentales. Durante una de las audiencias, un forense detalló que Maradona sufrió una muerte en agonía, con indicios de condiciones crónicas severas, lo que agregó un tono dramático al caso. Los imputados enfrentan penas de entre 8 y 25 años de prisión, pero la continuidad del juicio pende de un hilo debido a la actual controversia judicial.
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