El conflicto en torno a la figura de Dani Olmo generó tensiones significativas dentro del vestuario del Barcelona, al punto de provocar un ambiente de motín contra la selección española. El escándalo surgió a raíz de la decisión de la Liga y la Federación de retirar la licencia para jugar a Olmo debido a la gestión considerada inadecuada del club azulgrana. En respuesta, el Barcelona se comprometió a explorar todas las avenidas legales y deportivas disponibles para revertir la decisión adversa. La situación alcanzó tal magnitud que los jugadores internacionales del club, incluidos nombres destacados como Lamine Yamal, Pedri y Gavi, se plantearon boicotear la próxima convocatoria de la selección española como acto de protesta.
Pese a las tensiones, el otorgamiento de una medida cautelar por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) evitó el motín planeado para marzo. Este desenlace temporal exigirá un juicio futuro en el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para determinar la validez de las reclamaciones del Barcelona. Legalmente, los deportistas están obligados a responder a las convocatorias de la selección según el artículo 23.2 de la Ley del Deporte, y su inasistencia podría acarrear sanciones severas, desde multas económicas hasta la suspensión de la licencia federativa. La amenaza de estas medidas disciplinarias añadía una capa de complejidad al caso Olmo, quien temía por su futuro en la selección si no se resolvía favorablemente el conflicto.
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