En un nuevo episodio del conflicto entre Donald Trump y las ciudades demócratas, un tribunal federal ha bloqueado temporalmente el despliegue de la Guardia Nacional en Chicago. La jueza April Perry decidió imponer una restricción temporal de 14 días a la movilización de tropas ordenada por Trump, quien alega que las protestas contra su política migratoria suponen un riesgo de rebelión. Perry, designada por el presidente Joe Biden, indicó que no encuentra pruebas sólidas de insurrección en las calles de Chicago, recalcando que la presencia militar podría intensificar la tensión derivada de las redadas migratorias del ICE en la ciudad.
El caso, que podría llegar hasta el Tribunal Supremo, examina los límites del poder presidencial para usar fuerzas armadas en territorio estadounidense y sus implicaciones para la relación entre el Gobierno federal y los Estados. La Administración Trump ha señalado que recurrirá la decisión, mientras sigue adelante con medidas similares en ciudades como Los Ángeles, Washington D.C., Portland y Memphis, todas gobernadas por demócratas. Estas acciones han suscitado críticas y demandas legales, ya que se argumenta que violan la soberanía estatal y contravienen la Constitución. El desenlace de este enfrentamiento legal podría ser crucial para definir el alcance del poder presidencial en situaciones de conflicto interno.
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