En un reciente dictamen, el magistrado encargado del caso afirmó que las nuevas pruebas presentadas no habrían alterado el veredicto original del juicio, en el que los acusados fueron condenados. Esta conclusión refuerza la solidez de las pruebas iniciales y el proceso judicial llevado a cabo. Según el magistrado, los elementos introducidos no tienen el peso suficiente para cuestionar las decisiones previamente adoptadas por el tribunal, lo que significa que las condenas se mantienen firmes.
El anuncio se produce tras un período de expectativas sobre la posible revisión del caso, dado el interés mediático y público en torno al juicio. Las nuevas evidencias, aunque relevantes para los defensores de los condenados, no cumplieron con los criterios necesarios para justificar una revisión del fallo judicial. Este desenlace subraya la confianza del sistema judicial en su capacidad para juzgar de manera precisa y justa en base a los hechos y pruebas presentadas durante el proceso inicial.
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