Gene Hackman, reconocido actor dos veces galardonado con el Oscar, y su esposa Betsy Arakawa fueron encontrados sin vida en su residencia de Santa Fe, Nuevo México, en circunstancias que han despertado gran interés y especulación pública en Estados Unidos. La pareja fue hallada por empleados de mantenimiento en habitaciones separadas, un hecho que inicialmente levantó sospechas pero que las autoridades descartaron como un posible acto criminal. Según determinó la investigación forense, Arakawa habría fallecido inicialmente a causa de una infección por hantavirus, mientras que Hackman murió días después debido a un fallo cardíaco, exacerbado por su condición de alzhéimer. La privacidad de la pareja ha sido estrictamente protegida mediante una orden judicial que prohíbe la divulgación de cualquier imagen del interior de su hogar, incluyendo fotos de los cuerpos y de Zinna, su perro fallecido junto a ellos.
Dudas sobre la versión oficial han surgido tras la declaración de un médico que asegura que Betsy Arakawa contactó su clínica días después de la fecha de muerte oficial proporcionada por el sheriff de Santa Fe. Esta declaración contrasta con el reporte del sheriff, quien basa la fecha en la falta de actividad electrónica por parte de Arakawa posterior al 11 de febrero. La pareja, que compartió su vida desde la década de los 80, se mantuvo privada hasta el final, incluso en la muerte. Hackman, retirado del cine desde 2004, y Betsy, pianista treinta años menor que él y su agente, dejaron un legado de 80 millones de dólares, ahora destinado, según revelaciones de la prensa, a Betsy como única beneficiaria. En medio del misterio y el sigilo que envolvieron sus últimos momentos, el emblemático protagonista de «La conversación» y «The Royal Tenenbaums» vivió y pereció alejado de los reflectores que alguna vez le otorgaron fama y reconocimiento mundial.
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