El rey emérito, Juan Carlos I, ha expresado su malestar por su prolongado exilio en Abu Dabi, calificándolo como una etapa difícil de su vida. En una reciente declaración, el monarca manifestó su deseo de regresar a España, pero insistió en que su prioridad es no interferir en el reinado de su hijo, el actual rey Felipe VI. Su intención es mantener la estabilidad de la monarquía y apoyar el trabajo de Felipe desde la distancia, destacando que el respeto a la institución es primordial.
Desde su salida del país en 2020, Juan Carlos I ha adoptado un perfil bajo, limitando sus apariciones públicas y comentarios. A pesar de su distanciamiento, sigue involucrado emocionalmente con los asuntos de España y en ocasiones se comunica con su familia. La situación del monarca emérito ha sido una fuente de controversia y debate en España, mientras el gobierno y la Casa Real intentan ajustar y redefinir el papel de la monarquía en el siglo XXI.
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