La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un ambicioso proyecto bajo el título del I Plan Regional contra las Drogas, en el que se destinarán más de 200 millones de euros para implementar 75 medidas transversales centradas mayoritariamente en concienciación y prevención. Presentado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, este plan busca captar la atención de la población más joven, un grupo particularmente vulnerable a las influencias externas e industriales que rodean el consumo de sustancias psicoactivas.
De acuerdo con la Dirección General de Juventud, para este primer trimestre del curso escolar se han organizado 700 talleres dirigidos a grupos de hasta 30 estudiantes. Los talleres, cada uno dividido en dos sesiones de 50 minutos, llegarán a un total de 21.000 adolescentes de 2º y 3º de ESO y 1º de FP de Grado Básico en diversos centros educativos financiados con fondos públicos. Además, aquellos institutos con mayor incidencia de problemas relacionados recibirán unas 50 sesiones adicionales para profundizar en los contenidos, mientras que otras 50 se centrarán en la concienciación de las familias.
El plan presta especial atención al discurso erróneo que minimiza los riesgos del consumo de ciertas drogas. Viciana, un experto en la materia, resaltó que, a pesar de la percepción de que algunas sustancias son menos peligrosas, «los porros están entre las más peligrosas porque los jóvenes no son conscientes de que provocan daños irreversibles y permanentes en el cerebro». Paralelamente, se implementará un sistema de buzones virtuales y físicos en todos los centros educativos de la región para alertar, de manera anónima, sobre la presencia de drogas en las instalaciones.
En esta línea, Dávila, otro portavoz del programa, enfatizó la importancia de estos talleres al afirmar: “Pretendemos dar a entender a los jóvenes que vivir sin drogas es la forma más valiente y auténtica de ser uno mismo y de serlo en libertad”. De hecho, los datos oficiales reflejan que más de 7 de cada 10 jóvenes creen equivocadamente que el consumo habitual de cannabis es menos perjudicial para la salud que el alcohol o el tabaco. Esta percepción errónea se enfrenta a la realidad de que el cannabis es la droga ilegal más común entre los estudiantes de 14 a 18 años en la región, con un 26,9% de ellos habiendo experimentado su consumo al menos una vez.
Hasta la fecha, se han llevado a cabo 363 talleres en aulas de 2º y 3º de Secundaria y 1º de FP de Grado Básico, alcanzando a 10.000 estudiantes. Los primeros análisis de los cuestionarios reflejan un alto grado de satisfacción por parte de los participantes, con un 90% de los adolescentes recomendando la actividad a amigos y compañeros. Con miras al futuro, el Gobierno autonómico planea ampliar este programa el próximo año, con la puesta en marcha de 1.000 nuevos talleres que se espera lleguen a otros 30.000 alumnos.
Así, la Comunidad de Madrid mantiene su compromiso de afrontar el desafío del consumo juvenil de drogas desde una óptica proactiva y preventiva, buscando no solo informar sino también transformar la percepción y actitud de las nuevas generaciones frente a las drogas.