En el marco de la décima edición de un evento de gran relevancia para la juventud madrileña, celebrado en un céntrico hotel de la capital, la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, ha resaltado la destacada labor de Pinardi Boscosocial. Esta organización ha sido elogiada por su «generosa y comprometida» contribución a la integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión social, proporcionándoles las herramientas y habilidades necesarias para enfrentar el mundo laboral.
El programa, diseñado para jóvenes de entre 18 y 29 años que han dejado prematuramente sus estudios, ha demostrado un notable éxito al facilitar el acceso al empleo al 78% de sus participantes durante el año pasado. Más de 400 jóvenes han encontrado un camino hacia la inclusión gracias a esta iniciativa, que cuenta con la colaboración de 15 empresas líderes en sectores como la hostelería, restauración, logística, construcción y mantenimiento. Esta colaboración ha sido posible gracias a una inversión de casi 5 millones de euros, financiada en parte por la Comunidad de Madrid y fondos europeos.
El programa «Primera Experiencia Profesional», que recibe apoyo del Gobierno regional desde 2022, se presenta como un modelo innovador que conecta a los jóvenes con el mundo empresarial a través de un proceso en tres fases. La primera fase, denominada de activación, es un periodo en el que se afinan las habilidades de los jóvenes y se les presenta a las compañías colaboradoras, ofreciendo una visión inicial del entorno profesional.
La segunda etapa, la fase de inmersión, permite un enfoque más práctico al posibilitar que los participantes desarrollen nuevas habilidades técnicas dentro del ámbito laboral real de las empresas asociadas. Esta experiencia se convierte en un puente directo hacia el mercado laboral, facilitando un entrenamiento valioso y una comprensión profunda de las dinámicas de trabajo.
Finalmente, la tercera fase se centra en la incorporación definitiva al mercado laboral y en fomentar un retorno a los estudios para la obtención de un título, combinando ambos objetivos de manera simultánea para maximizar las oportunidades profesionales a largo plazo. La duración del aprendizaje varía entre dos y seis meses, dependiendo del sector y el puesto de trabajo. Para asegurar el éxito sostenido de los jóvenes, el programa incluye un seguimiento personalizado durante un periodo máximo de un año, ofreciendo apoyo en su inserción, retorno educativo y desarrollo profesional.
Este proyecto representa un compromiso firme hacia el aprovechamiento del potencial de la juventud en situación de vulnerabilidad, asegurando que tengan acceso a oportunidades que transforman vidas y comunidades, destacando como un referente de inclusión y desarrollo social.