Un alarmante suceso sacudió el fútbol base español el pasado fin de semana, cuando un joven árbitro de 16 años fue agredido tras un partido de fútbol de categoría benjamín entre Calasancio y Arenteiro en Monforte. A pesar de que el encuentro, que finalizó con un contundente 7-1 a favor del equipo local, transcurrió sin incidentes significativos ni tensiones aparentes en las gradas, la violencia estalló después del pitido final. Un grupo de seguidores del Arenteiro persiguió al joven hasta el estacionamiento cercano, donde, según la denuncia presentada, fue increpado y agredido físicamente, resultando en marcas notables en su espalda.
Ante este bochornoso episodio, el joven árbitro, acompañado de su familia, se dirigió al Hospital de Monforte para obtener un parte de lesiones, fundamental para formalizar una denuncia ante la Policía Nacional, que ya se encuentra investigando para identificar a los agresores. Mientras tanto, el colegio de árbitros ha expresado su total respaldo al joven, destacando que pese a lo ocurrido, mantiene un espíritu animado y el deseo de continuar en su carrera arbitral. Este incidente resalta, una vez más, la necesidad de salvaguardar la integridad de los árbitros y promover el respeto y la deportividad en todos los niveles del fútbol.
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