El ex presidente de Uruguay, José Mujica, de 89 años, ha tomado la decisión de no someterse a tratamientos médicos ni cirugías adicionales debido al deterioro de su salud. «Mi cuerpo no aguanta más», expresó el carismático líder, conocido por su estilo de vida austero y su enfoque directo hacia la política. A lo largo de su vida pública, Mujica ha sido un referente de compromiso social y político, y su voz ha resonado a nivel internacional en el debate sobre temas como la igualdad, la justicia social y el cuidado del medio ambiente. Ahora, tras décadas de dedicación al servicio público, ha optado por una retirada paulatina de la vida pública, centrando sus energías en disfrutar del tiempo junto a sus seres queridos.
La decisión de Mujica resuena no solo en Uruguay sino en todo el mundo, donde ha sido objeto de admiración por su integridad y su dedicación a las causas noblemente humanas. A pesar de las limitaciones físicas que enfrenta, sigue siendo una figura influyente, con una capacidad inquebrantable para inspirar a nuevas generaciones de líderes. En esta etapa de su vida, Mujica continúa abogando por las causas en las que cree fervientemente, aunque desde una posición más personal y privada. Su legado queda plasmado no solo en sus aportes a la política uruguaya, sino también en su capacidad para desafiar las convenciones y demostrar que la política puede ser un vehículo para el cambio auténtico y significativo.
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