Al cumplirse un año del fallecimiento de José Antonio Llorente, fundador y presidente ejecutivo de LLYC, su legado en el ámbito de la consultoría de comunicación es recordado con admiración. Llorente, un visionario en el sector corporativo, logró posicionar a su empresa como una de las cuarenta más importantes del mundo en su especialidad, extendiendo su presencia a 13 países y empleando a casi 1.400 personas. Su enfoque en la comunicación como una herramienta esencial para el progreso social y empresarial fue parte de su visión estratégica, considerando también la importancia de Latinoamérica no solo por sus lazos históricos y lingüísticos, sino por el potencial de sus sociedades. Su apuesta por la innovación y la tecnología para mantener la excelencia en el servicio al cliente ha revolucionado la estructura de la firma que fundó, integrando perfiles como ingenieros y analistas de datos para adaptarse a un entorno cada vez más sofisticado.
Más allá de su éxito empresarial, Llorente es recordado por sus valores como ser humano, su capacidad de escucha y su disposición a cambiar de opinión en aras de una mejor comprensión del otro. Enfrentó su enfermedad con serenidad y dignidad, preocupándose hasta el final por el bienestar de aquellos que amaba. Su legado se refleja en el crecimiento de LLYC, que en 2023 proyectó expandirse en Estados Unidos, un hito histórico para la compañía. Su recuerdo perdura no solo por sus logros profesionales, sino también por el impacto personal que tuvo en quienes lo conocieron, dejando una marca imborrable con su ejemplo de liderazgo empático y humanista.
Leer noticia completa en El Pais.