En una controvertida decisión tomada en Caracas, la Asamblea Nacional de tendencia chavista decidió declarar personas no gratas a los ocho presidentes latinoamericanos que se prevé acompañen a González Urrutia en un acto público. Esta medida genera tensión en la región y señala un nuevo capítulo en las ya complejas relaciones diplomáticas de Venezuela con sus vecinos. La resolución del órgano legislativo fue justificada en el marco de lo que sus miembros califican como una injerencia indebida en los asuntos internos del país, provocando un rechazo inmediato por parte de aquellos mandatarios afectados.
El anuncio ha suscitado una ola de reacciones a nivel internacional, con algunos países expresando su preocupación por el deterioro de los lazos diplomáticos y la estabilidad regional. Analistas políticos han levantado la voz sobre las posibles repercusiones que este movimiento puede tener en el ámbito económico y social, tanto dentro de Venezuela como en las naciones involucradas. En los próximos días, se espera una serie de declaraciones oficiales de las naciones consideradas, mientras las organizaciones internacionales observan de cerca los desarrollos para evaluar futuras intervenciones o medidas de mediación que mitiguen la escalada de tensiones.
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