En una decisión que ha desatado sorpresa y debate, el jurado presidido por Alexander Payne decidió otorgar el Gran Premio del Jurado a la película sobre la niña asesinada en Gaza, relegándola al segundo puesto del festival. Esta decisión ha generado una ola de reacciones debido al fuerte impacto emocional y la relevancia sociopolítica del filme, que aborda una tragedia que sigue resonando en el conflicto de Medio Oriente. La película era considerada por muchos como la favorita para llevarse el máximo galardón, lo que ha provocado una reflexión sobre los criterios de evaluación en certámenes cinematográficos de alto nivel.
El anuncio tuvo lugar en un ambiente de expectativas encontradas, ya que múltiples analistas y críticos habían pronosticado una victoria contundente para el conmovedor relato de la niña en Gaza. Sin embargo, el jurado optó por reconocer la obra con el segundo premio más importante del evento. Mientras tanto, se destaca cómo esta decisión puede ser vista como una afirmación de la diversidad y pluralidad de voces que el cine busca fomentar, estimulando un diálogo más profundo sobre las narrativas que se eligen destacar en escenarios internacionales.
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