La cantante Jennifer López deslumbró a unas 15,000 personas en el Movistar Arena de Madrid, mostrando una versatilidad escénica que incluyó elementos de rock, flamenco y cabaret. El concierto marcó su retorno al escenario tras cancelar una gira en 2024, año en el que también se divorció de Ben Affleck. A lo largo de más de dos horas, López impresionó con su energía inagotable y su capacidad para encarnar diversos personajes sin perder un ápice de estilo, culminando en un espectáculo lleno de coreografías intrincadas y cambios impresionantes de vestuario. «Les dije a mis hijos que después de un mal momento llegaría algo mejor», reflexionó la artista, consolidando su regreso triunfal al olimpo del pop.
La gira «Up All Night» es su primera en seis años y evidencia una gran apuesta por España, con siete de las 17 citas en el país. Su estrategia musical se cimenta en éxitos que resuenan con más de 30 millones de oyentes mensuales en Spotify y numerosas ventas discográficas. Durante el concierto, López sorprendió al público con un guiño al flamenco, interpretando «Gracias a la vida» de Mercedes Sosa, y presentó nuevos temas que simbolizan su resurgimiento personal y profesional. Con visuales impactantes y una producción escénica meticulosa, la artista reafirmó su estatus icónico, llevándose la ovación de un público que, tocado por la nostalgia, revivió los momentos de fiesta al ritmo inconfundible de JLo.
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