Blue Origin, la empresa espacial fundada por Jeff Bezos hace 25 años, ha logrado un significativo avance con el exitoso lanzamiento de su cohete New Glenn. Este acontecimiento marca un cambio en la percepción de la compañía, históricamente conocida por sus costosos vuelos suborbitales para turistas millonarios. El New Glenn, diseñado para competir con los cohetes Falcon de SpaceX, despegó desde Cabo Cañaveral al cumplir todos los hitos de su primera fase de vuelo, tras varios aplazamientos debido a problemas técnicos y malas condiciones meteorológicas. Este debut ha sido muy esperado por la NASA, que necesita el New Glenn para misiones hacia Marte. La cápsula logró alcanzar la órbita después de 13 minutos de vuelo, un logro que coloca a Blue Origin en competencia directa con SpaceX.
El lanzamiento del New Glenn, aunque exitoso en gran medida, también presentó desafíos, como el intento fallido de recuperar el propulsor principal en el océano Atlántico, una maniobra necesaria para la reutilización de los cohetes. Sin embargo, este aspecto no afectó el éxito general de la misión, que consiguió llevar una cápsula a una órbita terrestre media. Con una altura imponente y una capacidad de carga significativamente mayor, el New Glenn promete revolucionar el acceso al espacio con la posibilidad de distribuir satélites militares y llevar adelante la megaconstelación de satélites Kuiper de Amazon. Si supera las próximas pruebas, competirá con los Falcon de SpaceX, ofreciendo a la NASA una alternativa viable para futuras misiones lunares y de exploración espacial. Estos avances posicionan a Blue Origin como un actor clave en la nueva carrera espacial, desafiando el dominio de SpaceX en el mercado de lanzamientos.
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