En una reciente declaración, el ex presidente socialista de Aragón ha expresado su preocupación respecto a la posible implementación de un concierto económico para Cataluña, similar al régimen fiscal que tienen el País Vasco y Navarra. Según el exmandatario, esta medida podría generar descontento y malentendidos en otras comunidades autónomas de España, que no verían con buenos ojos que Cataluña recibiera un trato fiscal preferencial. Advirtió que un acuerdo de estas características podría ser percibido como injusto, desencadenando tensiones interterritoriales y afectando la cohesión nacional.
El discurso del ex presidente llega en un momento crucial del debate territorial y fiscal en España, con Cataluña siendo un foco de discusiones sobre autonomía y financiación. Su postura refleja la preocupación de que ciertas comunidades puedan sentir que se rompe el principio de igualdad entre regiones. Además, enfatizó la importancia de mantener un sistema fiscal que sea equitativo y que beneficie al conjunto del país, evitando medidas que pudieran parecer favorables únicamente para algunas autonomías, lo que podría poner en riesgo el equilibrio y la solidaridad que deberían primar en el sistema de financiación autonómico.
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