El pasado jueves, el mundo del periodismo se vistió de luto con el fallecimiento de un querido periodista de EL MUNDO. Con una destacada trayectoria, se destacó por su compromiso con la verdad y su habilidad para conectar con el público, pero también por su devoción a su familia, de la que siempre se mostró orgulloso. Su partida ha generado numerosas muestras de afecto y respeto por parte de colegas, amigos y lectores. Este periodista no solo dejó una huella en el ámbito profesional, sino también en el corazón de todos aquellos que lo conocieron.
Miguel Cid, su tío, abogado y ex senador del PSOE, expresó su agradecimiento por el apoyo recibido en estos difíciles momentos. En un emotivo mensaje, Cid señaló la importancia de mantener vivo el recuerdo de su sobrino, afirmando que «la gente solo muere cuando se la olvida». Estas palabras reflejan el legado imperecedero que el periodista deja, tanto en su entorno próximo como en la comunidad periodística. Su memoria perdurará entre quienes tuvieron el privilegio de compartir su vida y obra.
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