El italiano Jannik Sinner logró su primer Abierto de Estados Unidos, su segundo Grand Slam tras el Abierto de Australia, al vencer al estadounidense Taylor Fritz en una contundente final de 6-3, 6-4 y 7-5 en dos horas y 15 minutos. Sinner, número uno del mundo, rompió así una sequía de títulos locales en Flushing Meadows que se remontaba a 2003. Este triunfo también fue una reivindicación personal tras un positivo en un control antidopaje en Indian Wells, atribuido a un error de su fisioterapeuta sin sanción. Con seis títulos en el año y una racha de 12 partidos ganados, Sinner se unió a leyendas como Djokovic y Federer al ganar los dos Grand Slam de pista rápida en un mismo año. A sus 23 años, se le proyecta como líder de la nueva generación junto a Carlos Alcaraz. En el torneo neoyorquino solo perdió dos sets y eliminó a rivales de la talla de Daniil Medvedev, mientras el Arthur Ashe Stadium brillaba con celebridades como Taylor Swift, Bad Bunny y Jon Bon Jovi entre el público.
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