El nombramiento de James Gunn y Peter Safran como presidentes de DC en octubre de 2022 llegó en un momento de incertidumbre para la compañía, justo cuando se estrenaba Black Adam. En una sorpresiva escena poscréditos, Henry Cavill regresó como Superman, lo que generó expectativas para una secuela de El hombre de acero. Sin embargo, los nuevos directores decidieron cancelar esos planes, alejándose de la visión de Zack Snyder. Así, Cavill fue apartado del icónico papel, y su futuro en el universo DC quedó en suspenso con la llegada de un reinicio que se centra en la película Superman.
Gunn ha expresado su pesar por la decisión de desvincular a Cavill, describiéndola como «algo terrible» y «muy injusto» para el actor, quien, a pesar de la situación, mantuvo una actitud digna. En un reciente podcast, el presidente de DC recordó el contexto de su llegada y cómo había un «vacío de poder» en la compañía, lo que contribuyó a las confusiones sobre el futuro de Superman. A pesar de esta ruptura, Gunn no descartó la posibilidad de colaborar con Cavill en un futuro proyecto, mostrando admiración por su profesionalismo y elegancia en momentos difíciles.
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