La escritora J.K. Rowling ha generado controversia nuevamente tras la firma del actor Paapa Essiedu en una carta abierta que se opone a la reciente decisión del tribunal supremo británico sobre los derechos de las mujeres transgénero. A pesar de las especulaciones de que Rowling pediría el despido de Essiedu debido a su postura, la autora aclaró en redes sociales que no tiene la intención de despedir al nuevo intérprete de Severus Snape, enfatizando que no cree en quitarle a nadie su trabajo por sostener creencias diferentes. Su respuesta ha suscitado reacciones variadas, especialmente entre quienes critican sus puntos de vista sobre la comunidad trans.
Rowling, quien se desempeña como productora ejecutiva de la nueva serie de «Harry Potter», descalificó la carta firmada por más de 400 personas, asegurando que los firmantes actúan por miedo y cuestionando su compromiso con la libertad de expresión. En un extenso tuit, acusó a ciertos sectores de utilizar métodos represivos para silenciar a quienes no comparten su ideología, y provocó críticas adicionales al mencionar que la «ideología de género» recuerda a las persecuciones medievales. Además, la elección de un actor negro para el papel de Snape ha desatado una ola de racismo en las redes, evidenciando las múltiples facetas del fanatismo contemporáneo.
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