Apenas un millar de personas se congregó en Sevilla para participar en una manifestación marcada por la desaprobación al gobierno de Pedro Sánchez y los gritos contra el conflicto en Gaza. La convocatoria, que no logró atraer a un gran número de asistentes, estuvo caracterizada por el descontento hacia la gestión política actual y la continuidad de la guerra en el Medio Oriente. Los manifestantes expresaron su preocupación por la falta de acción contundente del gobierno español frente a estos temas.
La movilización incluyó diversos sectores de la sociedad, quienes unieron sus voces para exigir respuestas a lo que consideran una inacción política. Los participantes reclamaron una mayor implicación de España en la búsqueda de la paz en Gaza y mostraron su frustración con las decisiones de la administración de Sánchez. Aunque la asistencia fue menor de lo esperado, la manifestación reflejó el estado de inquietud social y la necesidad de un diálogo más amplio sobre estos temas críticos.
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