Un tribunal de Cagliari ha decidido admitir a trámite varias denuncias presentadas en el contexto de un complejo caso de disputas familiares transnacionales. Tres de estas denuncias fueron interpuestas en 2019 por Juana Rivas, mientras que la cuarta procede de 2022 y fue presentada por el hijo mayor de Rivas contra su padre, Francesco Arcuri. Las acusaciones se centran en supuestos abusos cometidos por Arcuri, y la aceptación de estas denuncias marca un nuevo capítulo en las prolongadas tensiones legales y familiares entre ambas partes.
Paralelamente, la corte civil ha esbozado un panorama que contrastante sobre la situación familiar. Según su evaluación, Rivas estaría influenciando a sus hijos en contra de su padre. En este contexto, la corte ha dictaminado que el hijo menor debe regresar a Cerdeña para vivir con Arcuri, una decisión que refuerza la narrativa judicial sobre la manipulación detectada. Este pronunciamiento se suma a una serie de resoluciones judiciales que han mantenido a la familia en un prolongado vaivén legal entre Italia y España, complicando aún más un ya intricado proceso.
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