A las 20:00 horas del martes, Israel se detuvo para recordar a sus soldados caídos y a las víctimas de actos terroristas, con el sonido de las alarmas antiaéreas marcando un solemne minuto de silencio. Sin embargo, media hora después, una ceremonia alternativa organizada por ONG israelíes y palestinas tomó lugar en un centro cultural en Yaffa, reuniendo a personas que, a pesar de décadas de pérdidas, eligen reconocer el dolor mutuo sin ignorar el propio. La ceremonia, cuyo lema fue «Eligiendo humanidad, eligiendo esperanza», se mantuvo en secreto por razones de seguridad, reflejando la frágil situación de la región y un intento de construir puentes en medio de un conflicto persistente.
Mientras la ceremonia en Yaffa transcurría sin incidentes, en Raanana, una proyección pública del evento fue interrumpida violentamente por ultraderechistas. Estos disturbios forman parte de una creciente polarización en Israel, donde medidas gubernamentales y sentimentales tensiones han dificultado el diálogo y el entendimiento. A pesar de esto, los participantes de la ceremonia, tanto en Yaffa como en otros lugares del mundo, continuaron abogando por un futuro de coexistencia. El evento reflejó un profundo anhelo de reconciliación, simbolizando una resistencia pacífica en un clima de hostilidad. Los relatos compartidos durante la ceremonia fueron un intento de humanizar la lucha y remarcar que la compasión debe prevalecer sobre el odio, manteniendo viva la esperanza de paz en una región dividida.
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